La Carraca de Caracas.
Hermanas y Hermanos del Movimiento Juvenil Bolivariano de
Colombia:
Desde mi prisión, trinchera de dignidad, les mando un
amoroso y combativo abrazo.
Me alegra saber que mi canto anda
por las Comunas de Medellín, de corazón en corazón, avivando el fuego de la
lucha por la liberación nacional y el Socialismo; así, también me dicen, anda
por otros lugares de Colombia, Nuestra América y el mundo. Esa es la razón de
ser del canto popular necesario: “Combatir contra cualquier injusticia cometida
contra cualquiera en cualquier parte del mundo”. Es un honor que entre las
canciones que acompañan sus combates estén las mías: Aspiro causen la mayor
cantidad de bajas ideológicas a los enemigos de la Paz con Justicia y Amor.
Sepan que mientras viva, no dejaré de componer y cantar versos de vitamina
bolivariana.
Les cuento que acabo de terminar
una canción donde me refiero, nuevamente, al tema de la unidad del movimiento revolucionario,
que ha sido desde cuando comencé a dar mis primeros pininos revolucionarios,
una de mis mayores preocupaciones. Es que los revolucionarios colombianos
llevamos años y años y años buscando la unidad y no hemos sido capaces de dar
con ella. Yo soy del pensar que una lucha revolucionaria solo puede empezar, en
serio, cuando se resuelva este problema de carácter estratégico, es decir, que
la lucha revolucionaria en Colombia, con posibilidades reales para tomarnos el
poder, no ha empezado aún. Es cierto que quienes nos esforzamos con el anhelo profundo
de construir una nueva Colombia, somos la gran mayoría del Pueblo, pero debemos
ser conscientes que mientras lo hagamos divididos, serán esfuerzos y sacrificios
inútiles, todo se nos irá a cada uno por su lado, en tristes deseos. Con ser la
mayoría alcanzamos, apenas, a resolver el problema de la cantidad, más no el
problema de la calidad necesaria para vencer y esto lo resuelve, únicamente, la
unidad.
Sin la unidad, Simón Bolívar
cabalga incompleto y su espada pierde efectividad: La práctica realidad hasta
ahora es el criterio de la verdad.
Jóvenes bolivarianos: ¡Vamos
hacernos fuertes! ¡Vamos a bolivarear en serio!
Desde las bases de las tantas
organizaciones de nuestro pueblo, podemos y debemos exigirle a nuestros máximos
dirigentes que, además de deseo, le pongan de una vez por todas, voluntad a la búsqueda
de acuerdos políticos que permitan concretar dichosa UNIDAD, de todas y todos
los que verdaderamente suspiramos con agonía, por la Paz con Justicia y Amor.
¡Es importante dialogar con el
Gobierno, pero que dialoguemos entre nosotros mismos, como hermanos que somos,
es lo imprescindible!
¡Ya no falta más sangre, más
pobreza, más despojo para que nosotros, los del pueblo, impongamos el gobierno
que más nos convenga, solo falta, la Unidad amorosa y combativa!
¡Eliminemos el egoísmo y los tontos orgullos!
¡Expulsemos al burgués que llevamos por dentro!
¡Por la Patria y por el Pueblo: Apliquemos el decreto de
Guerra a Muerte contra la división que nos está matando!
¡AMANDO VENCEREMOS!
Julián Conrado
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